A lo largo de estos días vamos a encontrar en el Evangelio la mención de varios personajes: San Juan Bautista, la Santísima Virgen María, San José... entre otros. Hoy quiero que centremos nuestra atención en San José. En el Evangelio de hoy podemos encontrar tres actitudes presentes en José, él es el hombre de: el silencio, que no juzga y actúa.
Contemplamos hoy a San José ante el misterio de la Encarnación. Ya era casado y se encuentra conque su esposa está encinta. ¡Tremenda noticia! Que misterioso es Dios. Al Señor le gusta hacer un poquito difícil las cosas. Seguramente habría sido más fácil preparar a José para semejante noticia, pero no. Su voluntad fue a su estilo, al estilo de Dios.
Aquí observamos a un José que no replica, que no cuestiona. No entiende el plan de Dios por eso calla. No se queja. Él sabe escuchar a Dios en medio del silencio. José encontró a Dios en el silencio de su corazón. Ojalá nosotros podamos desarrollar esta capacidad de saber callar ante la voluntad de Dios, a veces incomprensible para nosotros.
Quería José dejar a María en secreto para no dejarla en evidencia. ¡Qué detalle de amor! Quien ama de verdad no juzga a nadie, aún cuando no se entiendan las cosas. José no quería difamar a María, tampoco le reclamó. El hombre del silencio escuchó a Dios y esto le valió para no señalar a su esposa. Hoy necesitamos cristianos que no señalen, que no juzguen a los demás por sus fallas. Todos somos pecadores y necesitamos acercarnos a la misericordia del Padre Eterno. Por favor, no juzgues a nadie, no pienses que el otro es más pecador o peor que tú. No. Sé buen hermano y perdona siempre y no mires los errores de los demás, quizás algún día estaremos sentados en el banquillo y no vamos a querer pasar por lo mismo.
Por último contemplamos a José en su faceta de ponerse en marcha, él actúa. Después de despertarse "hizo lo que el Ángel del Señor le había mandado". José sin titubear, confió en Dios a pesar de no entender nada e hizo lo que tenía que hacer. Todo cristiano debe ponerse en marcha, no es bueno encontrarse con gente estática, inmóvil ante la vida. ¡Basta de cristianos tristes!. Hay que atreverse a hacer el bien, eso quiere Dios de nosotros: Hombres y mujeres de bien, que actúan siempre en el nombre del Señor.
Feliz viernes. No dejemos de orar juntos. Reza mucho por mi y cuenta con mi oración cercanía espiritual.
Padre Yhoan Horacio.